La comunicación en la empresa

¿Hasta qué punto es importante la comunicación en las empresas?

Indispensable, es la respuesta y son muchos los que así lo piensan:

La comunicación es el sistema nervioso de una organización, sin comunicación no es viable funcionamiento. La comunicación hace posible que la gente se organice, defina sus objetivos, ejecute sus tareas, comparta sus ideas, tome decisiones, resuelva problemas, y genere cambios. Al mismo tiempo la comunicación logra que se cree un ambiente donde los individuos se sienten valorados como personas. Pero los sistemas y prácticas de comunicación de una organización, como pasa con todas las actividades humanas, son susceptibles de deterioramiento cuando no se tiene establecido un sistema permanente de evaluación y mejoramiento.

F. Varona.

Hoy está teóricamente asumido que la comunicación es una actividad consustancial a la vida de la organización.

NTP (Norma técnica de prevención) 685.

Es la red que se teje entre los elementos de una organización, que brinda su característica esencial: la de ser un sistema.

Katz y Khan.

Esta comunicación de la que hablamos, es prima hermana del diálogo, no confundir con el monólogo. Se necesita réplica –feedback-, el conflicto, bien llevado es en sí mismo evolución, enriquecimiento.

 

Existen sin embargo barreras de la comunicación. Las hay ambientales que se caracterizan por ser impersonales. Así, además del ruido y la distancia, cabe citar las distracciones visuales o todo tipo de interrupción ajena a las entidades que intervienen en el proceso de comunicación. Otras son verbales. La barrera verbal más evidente es la relativa al código (cuando emisor y receptor no comparten un mismo idioma). Pero quizás las más complejas y normalmente abundantes son las interpersonales o psicológicas, así por ejemplo, cuando emisor y receptor tienen percepciones distintas sobre una realidad, se levanta una barrera entre ellos. Algo similar ocurre con las suposiciones, que por lo general conllevan un prejuicio (entendido como juicio previo) que llevan al sujeto a dar algo por hecho.

Toda organización, con independencia de su tamaño y ámbito de actuación, necesita comunicar. Y lo necesita hasta el punto de que es de todo modo inconcebible planificar cualquier actividad empresarial sin comunicación. La comunicación no debe entenderse como una mera implementación de acciones descontextualizadas, dejadas al albur del mayor o menor éxito de procesos intuitivos, debe ser fruto de una pormenorizada planificación, de lo que con acierto se ha venido en llamar política de comunicación y que debería constituir uno de los principales objetivos estratégicos de cualquier empresa con una visión de futuro sostenible.

 

 

Fuente. Otras actuaciones en materia de prevención. UNIR. 2014.