¿Cómo acreditar la gestión ética de la empresa? SGE21

La Norma SGE 21 es la base de un sistema de gestión de la responsabilidad ética en la empresa que permite, de manera voluntaria, alcanzar una certificación.

Ha sido desarrollada por la entidad llamada Forética, que es la principal asociación española de empresas y profesionales de la RSE (responsabilidad social).

La SGE 21 es compatible con otros sistemas de gestión, como los basados en las conocidas ISO 9001 de calidad o 14001 de medioambiente, suponiendo un valor añadido para ambos.

Los principales requisitos ASG (ambientales, sociales y de buen gobierno) que la SGE21 contiene para cada una de las 9 áreas de gestión en las que se divide son:

Gestión de la competencia.

La organización ha de respetar los derechos de propiedad de sus competidores, no utilizar acciones indebidas para recabar información sobre ellos y no difundir información falseada o tendenciosa en su contra.

Gestión del gobierno de la organización.

La organización debe –entre otras cosas- definir y mantener una Política de Responsabilidad Social que incluya el compromiso de integrar los aspectos sociales, ambientales, éticos y de buen gobierno en sus operaciones y estrategia con el objetivo de maximizar el impacto positivo en sus grupos de interés.

Gestión de las personas que integran la organización.

  • Respeto por derechos humanos.
  • Igualdad de oportunidades y no discriminación
  • Gestión de la diversidad y de la inclusión.
  • Conciliación de la vida fuera del trabajo.
  • Salud y bienestar en el trabajo.
  • Formación y fomento de la empleabilidad.

Gestión de clientes.

La organización debe proporcionar productos y servicios responsables y competitivos. Para ello ha de incluir en el diseño y desarrollo criterios (ASG).

La organización debe establecer los principios que han de guiar sus acciones de publicidad y marketing en lo que respecta a la promoción del producto o servicio.

Gestión de la cadena de suministro.

La organización ha de llevar a cabo una evaluación y clasificación de sus proveedores en función del nivel de relevancia que estos tengan para la actividad de la organización.

Gestión del entorno social e impacto en la comunidad.

La organización debe tener en cuenta las repercusiones que tienen sus procesos de negocio, proyectos y actividades, en las comunidades en las que opera. Para ello, ha de identificar y evaluar sus impactos sociales, tanto positivos como negativos, actuales y potenciales, desarrollando planes de acción y medidas concretas para cada uno de ellos.

Gestión del entorno ambiental.

La organización deber tener en cuenta el impacto que sus procesos, actividades, productos y servicios causan o pueden causar sobre el medio ambiente en el que esta actúe.

Gestión inversores.

La relación de la organización con sus inversores debe seguir los principios rectores de transparencia, lealtad y creación de valor de forma sostenible.

Gestión de las administraciones públicas.

La organización debe garantizar el seguimiento y control de los requisitos legales relevantes que afectan a su actividad, incluyendo la legislación y normativa que sea específica de su sector, entorno local, ambiental, social y laboral allí donde opere.