«El hombre no tiene enemigo peor que él mismo». Mares y plástico

Recientemente han saltado las alarmas sobre la cantidad de plásticos presentes en las aguas que bañan a las Islas Canarias, así por ejemplo: durante un año, entre 2015 y 2016, la doctora en Biología Alicia Herrera y otros miembros de su equipo visitaron dos veces al mes las playas de Famara (Lanzarote), Lambra (La Graciosa) y Las Canteras (Las Palmas) para recoger muestras de microplástico. La más contaminada de todas ellas, es sorprendentemente, la menos transitada, la de Lambra, en La Graciosa. El principal motivo, su ubicación. Localizada al noroeste de La Graciosa, y al norte de Canarias, convierten a esa playa en un lugar tristemente privilegiado para ser uno de los basureros naturales más maltratados del planeta.

La preocupación se ha extendido a nivel continental y desde septiembre de 2018 el Gobierno canario ha prohibido el uso de la cubertería y vajilla de este material de un solo uso en los centros educativos públicos y en los centros de salud y Europa quiere eliminar también los bastoncillos de algodón y los palitos para remover bebidas.

La iniciativa privada no ha tardado en subirse al carro con proyectos que, al margen de tener unas ventajas competitivas interesantes, contribuyen sin duda a la limpieza y concienciación del cuidado de los océanos.

Es el caso de la conocida marca textil O’Neill que se fundó en 1952 en las aguas del Océano Pacífico a raíz de la visión del surfista californiano Jack O’Neill. Desde su creación, ha estado a la vanguardia de la innovación en deportes de acción; los primeros trajes de neopreno, las correas de surf o el primer pantalón corto sin puntadas han sido algunos de sus logros. Pero ahora los océanos y las olas que inspiraron a O’Neilll están amenazados por un tsunami de desechos plásticos, con un estimación de 8 millones de toneladas inundando los mares del mundo cada año. Esta tragedia es la inspiración para O’Neill Blue – Our Ocean Mission; una iniciativa para producir ropa de surf sostenible utilizando hilos ecológicos de alto rendimiento de la empresa Bionic, que contienen plástico reciclado de playa.

Bionic Yarn, es una compañía que cuenta con el apoyo del cantante de pop Pharrell Williams, que es capaz de crear hilos de poliéster a través del reciclaje del plástico como contribución a disminuir la cantidad de plástico que se encuentra estancada en mares y ríos y que afecta profundamente a los ecosistemas.


“Sin océanos y olas limpias no exisitiríamos como organización. Es nuestra responsabilidad como empresa fundada en torno al surf, la de preservar nuestros océanos. Igual que Jack O’Neill creó la Sea Odyssey en 1996 con el objetivo de educar a los escolares de la importancia de la relación entre un mar vivo y el entorno, deseamos continuar creando programas que hagan posible un cambio real”